lunes, 28 de diciembre de 2009

Ha pasado el tiempo y sin embargo...

No todas las palabras son aliento que se vuelve viento. Podemos dejar huella, de eso se trata, gracias a los compañeros de ruta, a las compañeras de aventuras, a los que estuvieron y se fueron, a los que están y estarán.

No vuelvas a casa

sin dejar tu huella
amigo de la raza
de los de mala estrella
Rituales de taberna nos engullen
todas las estrellas están borrachas
nadie atiende advertencias
hay un ojo ahí en el techo
Inca su diente
la bayoneta
sobre la suerte
de los chicos de las sombras
Todo empezo cuando abrí
la caja de sorpresas de esta democracia y me dije
Ey hombre
puedo leer los labvios de la muete!